La tasa de duplicación de casos, el índice que enciende alarmas en Mar del Plata
Por Inés Reyna
A fines de junio, Mar del Plata parecía un oasis en medio de la pandemia, con una situación epidemiológica "privilegiada", que se logró a base de una combinación de factores: estrictos controles en los retenes de ingreso a la ciudad, un arduo y pormenorizado trabajo del SAME, la responsabilidad individual y, también, una pizca de azar.
Entre marzo y junio, solo hubo 49 casos confirmados de coronavirus en la ciudad. Tan buena era la foto de aquel entonces, que, desde el 13 al 24 de junio, solo se registraron casos importados y las autoridades municipales pensaron, incluso, en plantear la nulidad del positivo de un trabajador administrativo del Instituto Ginecológico Mar del Plata (IGM), que fue retestado en un laboratorio privado con dos resultados negativos. Es que ese caso interrumpía el conteo de 12 jornadas sin casos autóctonos e implicaba la vuelta a foja cero de los tan ansiados 21 días que propulsarían al Partido de General Pueyrredon a Fase 5.
Pero antes de que se pudiera plasmar esa jugada, el parte oficial del 1° de julio confirmó el primer caso positivo en el Hospital Houssay: un trabajador de seguridad privada que prestaba servicios en ese establecimiento fue el preludio del trágico julio. Una tragedia anunciada, que fue advertida por los trabajadores e ignorada por las autoridades de PAMI, que recibieron, ya en abril, una carta de un grupo de médicos mediante la que exigieron la "implementación inminente de protocolos de bioseguridad, validados por la autoridad sanitaria nacional" y demandaron "disponibilidad real de insumos y elementos que conforman el equipo de protección personal (EPP) recomendado".
Desde el 1 al 25 de julio, hubo un total de 164 casos confirmados por COVID-19 en el hospital de Juan B Justo al 1700: 66 trabajadores de la salud, 3 empleados de seguridad, 24 pacientes y 71 contactos estrechos. El dato que surge del principal foco de la ciudad es que la mayor cantidad de contagios se dio entre contactos estrechos, es decir, en personas que trabajan y se desenvuelven en otros ámbitos, en los que tuvieron contacto estrecho o secundario con otros marplatenses.
Al mismo tiempo que se comenzó a dimensionar el brote surgido en el Houssay, a través de la ampliación de los partes oficiales, se fueron revelando a lo largo del mes otros 4 focos claros: la residencia de adultos mayores "Namasté" (con 78 positivos), el geriátrico "Hogar de los Abuelos" (con 42 casos confirmados), la institución de salud mental cerrada "Clínica de Psicopatología del Mar" (con 53) y una pesquera clandestina ubicada en Alejandro Korn al 3000 que, junto a otras empresas del mismo sector, totalizan 113 contagios.
Los números son contundentes y avalan las declaraciones de las autoridades municipales en cuanto a la focalización de los brotes. Esos cinco establecimientos reúnen el 81,52% de los casos confirmados en Mar del Plata durante los primeros 25 días de julio: 450 sobre un total de 552 positivos.
Aunque la Secretaría de Salud habría detectado nexos epidemiológicos entre los focos -relacionados con el pluriempleo de los trabajadores de la salud- nunca se pudo determinar cuál fue el caso cero, que debe explicarse, por decantación, en los "famosos" asintomáticos. Dentro de los contagios confirmados este mes, 45 no tienen nexo epidemiológico certero, es decir, solo el 8,15%.
En base a esos datos oficiales, el intendente Guillermo Montenegro reiteró esta semana, en conferencia de prensa, que "hay circulación del virus en nuestra ciudad, no transmisión comunitaria". De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), "hay transmisión comunitaria cuando ya no es factible relacionar los casos confirmados de personas contagiadas a partir de un caso conocido y a lo largo de una cadena de transmisión".
Sin embargo, hay otros índices que tienen en cuenta los epidemiólogos para evaluar el cuadro de situación y que encienden las alarmas, a horas de que el gobierno de Axel Kicillof decida si Mar del Plata continúa en Fase 4 o retrocede a Fase 3, con las graves consecuencias socioeconómicas que ese retroceso implicaría.
La docente e investigadora de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) Regional Concepción del Uruguay, Soledad Retamar, graficó con un “semáforo” el avance de la pandemia por coronavirus Covid-19 en el Partido de General Pueyrredon y la zona.
Retamar integra un grupo de investigación en bases de datos que, cuando se desató la pandemia, dejó de lado otros proyectos y se abocó a recabar información de los partes oficiales a nivel mundial, sudamericano, nacional, provincial y distrital.
El mapa epidemiológico muestra "en rojo las zonas con mayor riesgo de contagio, en amarillo, las que transitan una etapa intermedia y, en verde, las que tendrían la situación bajo un aparente control". El "semáforo" se sustenta en los datos oficiales de sala de situación de casos del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires al 25 de julio, que varían de los comunicados por la Secretaría de Salud de General Pueyrredon, ya sea por la demora en carga de datos o porque son tenidos en cuenta personas positivas domiciliadas en el partido, aunque no vivan realmente en la ciudad.
Aclarado ese punto, del análisis de datos oficiales surge que la tasa de duplicación de casos es 6,5 días. El tiempo de duplicación es un indicador que estima cuánto tiempo le llevará a la ciudad duplicar su número de casos confirmados de personas con COVID-19. Si la velocidad de aparición de casos aumenta, el tiempo de duplicación será más bajo, es decir, será menor el tiempo necesario para tener el doble de casos de personas con COVID-19. Por el contrario, si la velocidad de aparición se reduce, el tiempo de duplicación aumentará.
Este índice es el que tuvieron en cuenta el Presidente Alberto Fernández y su equipo de asesores para determinar las metas a alcanzar cuando, en marzo, se decidió implementar en todo el país el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO). En aquel entonces, las provincias con una tasa de duplicación menor a 14 días, permanecían en Fase 1.
"Todos los partidos que tienen menos de 14 días, están en rojo porque implica que la velocidad que trae la curva de crecimiento de casos es muy alta, viene acelerada. Por ejemplo, si la tasa es 4, significa que, si continúa con la misma cantidad de casos detectados por día, en 4 días va a llegar al doble. Es una estimación. Si se van aislando los casos, el indicador no se cumple tal como está", aseguró Retamar en diálogo con El Marplatense.
Para lograr una visión más acabada del cuadro de situación, hay que observar ese índice junto con el indicador de incidencia de casos, que en Mar del Plata es de 92,5 personas por cada 100.000 habitantes. "No es lo mismo duplicar los casos cada 7 días cuando uno tiene un solo caso o dos, a duplicarlo cada 15 días pero teniendo 500 casos", explicó.
"En el caso de General Pueyrredon, con sus más de 600 casos confirmados y los días para la duplicación entre 6 y 7, aproximadamente, es muy peligroso. Quiere decir que la velocidad que viene trayendo implicaría que, dentro de una semana, tengan 1.000 casos", sentenció Retamar, en consonancia con las últimas proyecciones de la Escuela de Medicina de la Universidad Nacional de Mar del Plata.
Para tener una referencia, en los barrios porteños más afectados, como Caballito y Palermo, la tasa de duplicación es de 18,9 y 21 días. En el conurbano bonaerense, los partidos con peor registro son San Fernando (14,7), Malvinas Argentinas (16,3) e Ituzaingó y Morón (16,6). En tanto, La Plata tiene una tasa de duplicación de 14,7.
Este domingo, desde el Ministerio de Salud de la Nación reforzaron la idea de "brotes en todo el país". "Uno de los conceptos de esta semana es que el desafío no es solo el AMBA. Estamos viendo brotes en todo el país. En lugares donde no había brotes o los habían controlado aparecieron casos por conglomerados. Esto se puede ver en los números. Desde el 11 de julio al 25 de julio, los casos fuera del AMBA aumentaron un 51,2%, mientras que el aumento en AMBA fue del 33,8%", comunicaron junto al parte matutino.
Por último, el índice de letalidad en General Pueyrredon merece un párrafo aparte. Hay una gran brecha entre los datos con los que cuenta la provincia y los que comunica a diario el municipio. Mientras que la sala de situación bonaerense refleja solo 4 muertes, el parte municipal de este domingo informa 19 decesos. Es decir, la provincia no contabilizó aún en esa base de datos ninguna de los fallecimientos de pacientes con coronavirus del mes de julio.
Por eso, la tasa de letalidad en la ciudad no es del 1% (como refleja el semáforo) sino que, teniendo en cuenta los 601 casos confirmados y las 19 muertes reportadas oficialmente por la comuna, ese índice asciende a 3,16%, muy por encima de la media nacional, que llegó este domingo a 1,8%.